viernes, 16 de julio de 2010

Das weiße Band, Eine deutsche Kindergeschichte (2009) dir. Michael Haneke

Al fin pude disfrutar la ganadora indiscutible del festival de Cannes, que impacta desde el cinismo del título. "Das weiße Band, Eine deutsche Kindergeschichte" (literal: La cinta blanca, un cuento infantil alemán). Con esa desfachatez, el austriaco Michael Haneke nos presenta lo que significa no solo su obra maestra, si no una verdadera obra de la cinematografia mundial. 

La cinta blanca cuenta la historia de un pequeño pueblo protestante en la Alemania anterior a la Primera Guerra Mundial, donde tendrá lugar una serie de misteriosos y brutales acontecimientos, los cuales pondrán a temblar la aparente calma en que se vive ahí. El viejo profesor (quién, además es el personaje que investiga los acontecimientos) nos narra en voz en off su experiencia tras estos incidentes. 

Me encuentro ante una obra cinematográfica, por demás extraña en su tratado y en su presentación. De entrada no me sorprende que le hayan negado el Oscar a la mejor cinta en idioma extranjero, pues aunque es un hecho que esta es muy superior a la argentina "El secretos de sus ojos" no deja de ser una muestra de cine no-amable con el público ávido de historias interesantes y resueltas, las cuales no dejan espacio a la reflexión y al análisis profundo. Agradecido estoy con el director pues su película me ha llevado a un exhaustivo estudio. 


La narración nos va llevando por la vida de más de 20 personajes habitantes del pequeño poblado, azotado por la incertidumbre de crímenes sin resolver se hunde en una ola de mentiras, secretos e hipocresías en un vaivén en donde se sumerge al espectador en la cotidianidad para ser atrapado más adelante por la oscura fábula de Haneke

El director construye en este metraje una tesis acerca de las raíces de la perversión y la maldad, aquella que vive dentro de cada ser humano, en donde las apariencias son relativas. La idea de la inocencia en la niñez es puesta no solo en duda, si no que es el hilo negro que lleva a la historia a límites de una violencia casi silente, pero perturbadora. El análisis temporal es trascendente, nos encontramos ante un cuento que rosa con los inicios del nazismo, es importante apreciar este tratado que hace el autor. La película nos situa en un periodo histórico específico, retratando a las personas que más adelante se convertirán en los peores asesinos de la historia. 

De la mano de una majestuosa fotografía en blanco y negro a cargo de Christian Berger, una de las mejores muestras de este complejo arte que he podido apreciar, nos transporta inmediatamente a la oscuridad de la Alemania de principios de siglo. Una danza en blanco y negro, basado en luces, sombras, rostros y emociones paisajistas que recuerdan a Bergman y Tarkovski. Con una camara lenta y un ritmo pausado el autor nos otorga secuencias espeluznantes sin recurrir a la violencia gráfica, si no al manejo dramático de los personajes y situaciones donde no hay cabida a sentimentalismos cursis o artificiales. Un reparto maravilloso en su mayoría niños y jóvenes son la piedra angular de la película, otorgan interpretaciones perfectas. 

Una gran recomendación de cine alternativo, ese que requiere un análisis íntegro de un cine que no solo se ve, se observa y se siente. 


Calificación: E!


jueves, 15 de julio de 2010

Hunger (2008) dir. Steve McQueen

Irlanda del Norte, 1981. Cárcel de máxima seguridad de Maze. Davey Guillen llega como preso a este lugar, encontrándose Gerry Champell, alguien ya acostumbrado a la difícil vida ahí. Los días transcurren tanto para ellos como para los guardianes como Raymond Lohan, que más adelante serán víctimas de un motín.

La ópera prima del director Steve McQueen retrata la existencia en esta prisión, así como la huelga de hambre iniciada por Bobby Sands como protesta a favor de conceder un estatus diferente a los presos republicanos en el conflicto de Irlanda del Norte. 

De entrada estamos ante una muestra de cine político e histórico presentada a nosotros con una belleza extrema. No es de extrañarse que los cineastas irlandeses sean hábiles en tocar temas nacionales incómodos; como lo hizo en su momento Peter Mullan con "The Magdalene Sisters" o Ken Loach en "The wind that shakes de barley" hablando de los hogares/prisión Magdalena y de la guerra civil irlandesa, respectivamente. Cintas polémicas y duras en su planteamiento al tocar un tema difícil, en este caso la inconcebible vida en la prisión. Sumergiendo al espectador en la vida y sentimientos de presos y oficiales por igual. 

Uno de los mejores debuts cinematográficos de la década a cargo de Steve McQueen, haciendo gala de un poderosísimo estilo visual y narrativo, así como de un guión con pocos diálogos e imágenes plagadas de emoción mórbida. Esos cuadros llenos de crudeza, la misma que reflejan las extraordinarias interpretaciones. El difícil trabajo de filmar la violencia en su máxima expresión, sin conceder artificios al presentarla al espectador. 

Impactante interpretación de Michael Fassbender (Inglorious Basterds), poniendo en riesgo su propia salud al bajar 16 kilos para, reflejar la agonía que sufre el personaje al morir de hambre.  Todo esto nos deja una cinta violenta, dura, cruda; difícil de digerir pero de una pasmosa belleza y honestidad. 


CALIFICACIÓN: E