Honestamente yo no sabía absolutamente nada sobre esta cantante (esto prueba, mi falta de cultura que a veces sobre pasa lo que podría imaginar) y la vi simplemente por el hecho de esta actriz, Cotillar y el hecho de que se llevara cuando premio existió el año pasado en actuaciones femeninas.
Y no es para menos, lo más espectacular de la historia es precisamente la interpretación de Marion Cotillard, quien dota de una personalidad tridimensional a un ícono musical, sin olvidarse de los detalles escabrosos y dota al personaje de una fuerza interpretativa pocas veces vista en una actriz, se come la pantalla en cuanto esta pone foco en ella. Sin duda es esto y los números musicales de Edith Piaf lo mejor del filme y es que, aún siendo un filme francés y escapándose de los biopics americanos (que últimamente ya aburrieron), tiene mucho de hollywoodense y muchas secuencias caen en el melodrama exagerado o en escenas que no tienen razón de ser.
El director Oliver Dahan nos entrega una obra hecha de la mejor manera posible con una fotografía, dirección de arte y maquillaje definitivamente perfectos que hacen de esta una muy buena cinta acerca de este ícono de la nación francesa, pero que sin embargo pudo haber sido mejor si los europeos no intentaran parecerse a hollywood.
Calificación: B (Buena)
Calificaciones:
E = Extraordinaria
MB = muy buena
B = buena
R = regular
M = mala
AS = asquerosamente mala
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