jueves, 4 de febrero de 2010

La teta asustada (2009) dir. Claudia Llosa

Ganadora del oso de oro en el festival de Berlín y recientemente nominada al oscar como mejor película extranjera el segundo largometraje de la directora Claudia Llosa se ha convertido en un producto que ha llamado mucho la atención y se ha convertido en referencia del cine latinoamericano. 

La teta asustada narra la historia de Fausta, quien vive con su madre en un barrio marginado y pobre en las afueras de Lima. Cuando su madre muere esta desea llevarla al pueblo a darle una sepultura digna, sin embargo es portadora del mal de "la teta asustada", un padecimiento que su madre le transmitió por la leche que hizo que Fausta naciera sin alma. Su madre, una víctima de la violación por parte de los soldados y guerrilleros en los años 80's nos narra, cantando, su terrible experiencia al inicio del metraje. Fausta, entonces decide ir a trabajar de sirvienta para poder juntar el dinero y llevar a su madre al pueblo, enfrentar la vida real aún con la fobia a causa del trauma que su madre le transmitió, lo cuál la hace tener una ira contenida a los hombres (todos violadores en potencia) que ella soluciona colocando una papa en su vagina a manera de "escudo".

De esta manera una historia que podría caer facilmente en el morbo es transformada por la directora en una revelación poética de canto a la libertad. Con una narración en todo momento contenida que llega a rosar con lo frío, el personaje de Fausta se nos presenta como un personaje hermético y melancólico, todo el tiempo a la defensiva, especialmente al lado de cualquier varón (excepto, quizás, su tío y primo), tal cual lo haría una mujer violada. Sin embargo el miedo de Fausta es imaginario, representado en una papa que echa raíces en su interior mientras ella palidece de un dolor físico y existencial que no la deja vivir en armonía. 

Será entonces su extrema sensibilidad musical e ingenuidad la que la lleven por el camino de liberarse de todos esos demonios, con la ayuda del jardinero indígena que trabaja en la misma casa y la patrona pianista cautivada por su voz.  Rodeado de festividades y tradiciones pueblerinas, así como de personajes carentes de emociones, es envidiable el esmero en la dirección para representar de manera seca pero a la vez emotiva la manera en la que la violencia afecta psicológicamente a las personas.

La teta asustada es la muerta de un cine alternativo, despojado de cualquier cosa que pudiera darle aires de grandilocuencia, pues ni su narrativa ni su estética pretenden ser amigables. Por el contrario un metraje difícil de digerir lleno de simbolismos que se esconden solo para quienes tengan la sensibilidad suficiente de dejarse atrapar por la narración. Usando planos largos y abiertos, una estética minimalista con diálogos escasos en español y quechua, así como una extraordinaria interpretación por parte de Magaly Solier (Fausta)  y una música y fotografía bien cuidados hacen de esta cinta una obra de arte en todos los sentidos. 

Calificación: E!


Calificaciones:
E = Extraordinaria
MB = muy buena
B = buena
R = regular
M = mala
AS = asquerosamente mala

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