jueves, 18 de febrero de 2010

The hurt locker (2008) dir. Kathryn Bigelow

Las películas de corte bélico no son nuevas, siendo la guerra una de las caracterísicas (lamentablemente) básicas de la humanidad,  la guerra contiene un sin fin de imágenes y emociones para que los directores nos cuenten historias desgarradoras y trágicas en medio de fuertes escenas de acción y batallas espectaculares. 

Existe también, en este mismo corte, un cine bélico que no necesariamente utiliza el impacto visual de la guerra para narrar historias, si no que trata de encontrar el hilo negro de esta, revisando los distintos puntos de vista de las piezas,  así como de las personas que pelean en ella. En esta ocasión les contaré de una de 'esas' películas.

Ambientada en la guerra de Irak, 'Zona de miedo' nos narra la historia de una brigara norteamericana que se encarga de la desactivación de bombas. Después de la muerte del último especialista, llega el Sargento William James (Jeremy Renner), un tipo eficaz pero rebelde que parece no tenerle miedo a la muerte.  Se acompaña a la brigada, a lo largo de los días hasta que llegue el día de su reemplazo. 

Conforme pasan el tiempo se va conociendo un poco más a los soldados, las diferencias entre el Sargento James y el Sargento Sanborn, quien posee una personalidad más convencional, no tardan en aparecer. Las vidas que dejaron atrás, la motivación para realizar su trabajo, así como la cercanía con la muerte son los temas que la directora aborda a profundidad a lo largo del filme. 

Utilizando una cámara inquieta y una fotografía naturalista, dota a la película de gran realismo. La música y la edición transportan al espectador a la acción creando una impresionante tensión a lo largo de cada una de las secuencias, llevándonos, inevitablemente, al mismo juego que a los soldados.  Se observa un gran trabajo de interpretación, sobre todo en el actor Jeremy Renner, quien dota de un carácter real al Sargento James, el mismo personaje engloba el sentido del metraje y de la guerra en sí, la cual es una droga que debe ser suministrada tanto como sea posible. 

El resultado es una buena película, con un gran trabajo de dirección por parte de la ex-esposa de James Cameron. Sorprende, especialmente, la versatilidad de esta para tocar un tema que podría ser "masculino" logrando un estílo único al no rebasar esa delgada línea entre la rudeza y la delicadeza de las emociones humanas. Pero más allá de la tensión creada, los momentos dramáticos y la reflexión acerca de la guerra, la película resulta irregular. No estamos ante una obra maestra, el tema lo había tocado de manera muy parecida Sam Mendes en "Jarhead", además de que el argumento es algo simple.


Calificación: B


Calificaciones:
E = Extraordinaria
MB = muy buena
B = buena
R = regular
M = mala
AS = asquerosamente mala

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