Desde hace varios años el cine independiente norteamericano ha sido lo mejor que Estados Unidos produce en materia cinematográfica. Con temas variados y alejados diametralmente de los gastados estereotipos de Hollywood, este cine ha encontrado su propia voz y se ha hecho un espacio en el imaginario cinéfilo gracias a sus talentosos autores. Siempre es bueno encontrar una película de este estilo con una propuesta fresca, humilde y honesta.
El segundo largometraje del director Mike Mills (Tumbsucker) cuenta dos historias de manera atemporal centradas en Oliver (Ewan Mcgregor), un diseñador gráfico que debe lidiar con su papá de 75 años quien es diagnosticado con un cáncer terminal; el padre(Christopher Plummer), a su vez, acaba de salir del clóset al declarar su homosexualidad luego de la muerte de su esposa. Al mismo tiempo Oliver conocerá a una joven actriz francesa (Mélanie Laurent), igualmente perdida en la nostalgia.
La tristeza se respira en cada uno de los fotogramas de esta aparente comedia, otorgándonos una extraordinaria narración que carga con una constante sensación de abandono. Sus personajes deambulan por la pantalla exhibiendo una acogedora tristeza. Sin embargo no resulta pesado, si no que el realizador se vale de eso para presentarnos la melancolía filmada en su forma más simpática y llegadora. Un abatimiento que, irónicamene, resulta tierno y afable.
El guión está cargado de diálogos sencillos, que en el fondo resultan grandes lecciones de vida. Situaciones espontáneas y reales que hablan de la constante infelicidad en que muchas personas podemos llegar a vivir; de esa búsqueda de comprensión y cariño que aveces nos hunde en una eterna apatía.
Los personajes son sumamente complejos, empezando por Oliver interpretado por Ewan McGregor, quien proyecta una melancolía real, su personaje logra una empatía inmediata en el espectador quien solo se deja llevar por la pesadumbre reflejada en su mirada. De igual manera Mélanie Laurent interpreta a Anna de forma muy acertada, como una joven y simpática actriz incapaz de dejarse amar. Pero es, definitivamente, Christopher Plummer quien logra robarse la película, su encantadora interpretación es la que llega al corazón del espectador, haciéndolo enternecer con su honesta actuación. Mención especial a la actriz Mary Page Keller, quien interpreta a la madre de Oliver, logra un papel maravilloso en las breves escenas que tiene.
Todo esto se conjuga con un acertado y divertido diseño de producción inspirado en un minimalista humor gráfico que se compagina perfectamente con un montaje soberbio, aderezado con melodías suaves que dan como resultado una experiencia única que no solo logrará varias lagrimas y honestos suspiros, si no un inmenso nudo en el estómago.
Anna: "People like us, half of them think it will never work out. The other half believe in magic (La gente es como nosotros, la mitad cree que nunca funcionará y la otra mitad cree en la magia)"
Calificación: E
1 comentario:
Me llama muchísimo la atención este "Beginners" :)
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